domingo, 3 de junio de 2012

Bobby Flores: “Falta que alguien se anime a una renovación artística de verdad”


Conduce y musicaliza “BitBox” los sábados a la noche por la Rock & Pop. Además dirige para América Latina los canales de música del grupo Turner, MuchMusic y HTV. Es uno de los referentes principales de la radiofonía Argentina del último cuarto de siglo. Por todo eso, su opinión siempre pesa.


Habla con la sabiduría de quien vivió de adentro el proceso de creación de la FM popular argentina, y con la seguridad de quien ya no tiene que dar explicaciones. Con un toque de injusticia, la noticia pasó con perfil bajo: Bobby Flores, el mismo que este año recordó los 25 años del mítico programa “Radio Bangkok” (junto a Lalo Mir y Douglas Vinci), volvió a la Rock & Pop (“BitBox”, FM 95.9, sábados de 22 a 24) después de seis años. Él le baja el tono: “No pasó nada especial, ni siquiera tengo contrato con la radio sino con Daniel Morano, él se encargó de negociar todo y es mi amigo desde hace cuarenta años. De hecho, ya había tenido un contacto previo con ellos, que no salió, y ofertas de otras radios. Me gustó el horario, porque hoy no podría estar en la semana. Estamos todos un poco más cómodos”.
-No es un tema menor tu vuelta. Cuando te fuiste había otros dueños pero habías “roto lanzas”. Eras el director de programación…
-Siempre aclaré que mi problema fue con la corporación mexicana que manejaba Rock & Pop (CIE), no con la radio en sí. No teníamos el mismo concepto con los dueños, pero nunca discutí ni con Mario (Pergolini), ni con Quique (Prosen) ni con nadie.
-Es bueno que lo aclares. Alguien podría pensar, “se fue Pergolini y volvió Bobby”.
-No tiene nada que ver una cosa con la otra. Lo cierto es que estuve negociando desde julio del año pasado, cuando todavía ni Mario sabía que se iba a ir. De hecho, él fue uno de los que más apoyó en su momento que yo volviera y hasta lo dijo al aire. Nunca tuve un problema con él. Se dio que yo estaba negociando acá y él estaba diez cuadras planeando otra cosa. No hay secretos.  
-La última vez que hablamos me dijiste que con la tendencia de las radios te sentías como “un dado en un cubilete”. Pasaron cuatro años y no parece haber cambiado mucho el panorama. Porque el proyecto de Mario, Vorterix, apuesta fuerte a algo que ya existía, que es la interacción entre Internet y la radio.
-Eso está bien, vamos a ver cómo sigue. Pero falta todavía que alguien se anime a una renovación artística de verdad, a armar semillero.
-¿Cómo sería?
-Hay que agarrar a quince pendejos nuevos y absolutamente desconocidos. A esos les tenés que sumar tres “mariscales de campo”, uno a la mañana, otro a la tarde y otro a la noche.  En un año y medio (como mínimo), si los sabés esperar, de esos quince, cuatro o cinco te van a servir. Van a estar a la altura de los mariscales. Con eso tenés una programación nueva de verdad.

-Hace falta un valiente que invierta en eso.
-Sí, porque tenés que bancarte que en ese tiempo nadie escuche tu radio y que los medios te ignoren. Y que cuando te empiece a ir bien el resto te quiera hacer mierda. Mirá vos, casi estoy recordando cómo se armó la Rock & Pop en los 80s. Al principio éramos simpáticos, pero al año nos convertimos en el anticristo porque no usábamos locutores y teníamos la tanda grabada. A los cuatro años éramos el Papa. Ese proceso no va a cambiar nunca.
-Ustedes querían hacer radio. Hoy los chicos buscan la tele.
-Sí, pero la radio no les ofrece ni la mitad que la tele. Nosotros también estábamos seducidos por la pantalla, pero a los seis meses todos querían venir a Rock & Pop. El problema básico es que, en general, las radios no están manejadas por gente del palo. Es como tener un campeonato de fútbol en el que los equipos están dirigidos por productores de televisión. Entonces, tampoco hay planes. El dueño te tira adelante del micrófono, te pone un operador y ya está. Listo.
-¿Quiénes dominan hoy conceptualmente?
-Los programas que van primeros son personales: Lalo, Del Moro, Casella, Pettinatto...  No marcan un camino que otros puedan seguir. En su momento, Rock & Pop pateó una puerta y se podían meter 75. La mayoría de los que lideran son figuritas de la tele que, ante la ausencia de gente de radio, ocupan el lugar vacío. Si no hay gente nueva ellos van a tomar el lugar. Tampoco tienen un proyecto serio, les va bien, hacen unos mangos y se sienten bárbaro porque la radio les da prestigio. Es fácil, fijate de todos esos quiénes estaban hace veinte años en la radio, cuando había que laburarla. A veces escucho programas que me dan vergüenza, siguen robando con “la propuesta del día” y hablan boludeces. Se quedaron en el ’85.
-Contra eso es difícil competir, también.
-No, claro. Si pongo cinco pibes nuevos contra los que vienen de la tele los mando al muere. Además, como hablábamos recién ¿qué te ofrece la radio? Laburo, laburo, laburo y te pagan cuando pueden, si consiguen un sponsor. En ese contexto artístico y económico ¿cómo pueden surgir nuevos valores? Si te sobran unos millones, invertí. Detesto el modelo de empresarios de medios en Argentina. Si les va bien, a fin de año festejan con una mega fiesta para dos mil personas en el Palacio San Miguel e invitan a la prensa. Si va mal… “cierro todo y nos vamos a la mierda”. Eso no sirve, no deja nada.
-¿Ves talento nuevo?
-Sí, en las escuelas de periodismo y en las FM barriales. Les falta contención y alguien que los dirija. Yo soy un ejemplo de eso. En aquella Rock & Pop, Lalo Mir nos marcaba el discurso y “El tren fantasma” nos decía cuál era la música. Diez escalones atrás veníamos Mario, yo, Ari (Paluch), la enana Feudale, la Negra Vernaci. Y aprendíamos cómo se armaban las cosas. Al año todos teníamos nuestro propio programa y hoy nos hacen homenajes (se ríe casi con tristeza).  La primera nota por “Radio Bangkok” nos la hizo 7 Días con el título “S.O.S. hay unos locos en la radio”. Un cuarto de siglo más tarde Clarín tituló “Tributo a la FM madre: 25 años de Radio Bangkok”. Pasamos de ser unos locos a ser prestigiosos. ¿En el medio qué pasó? Pasó la vida. Por eso, aunque no entiendas lo que hacen los pendejos, apoyalos.




Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Junio de 2012


“La tele ya no es tan gravitante” -Siempre me decías que tenías que pasar cada tanto por la TV para cotizarte. Hace rato que no se te ve en la pantalla.
-Estoy en otro plano. Cada tanto me hago una escapada, aparezco en alguna publicidad o me hacen alguna nota. Lo que pasa es que la tele ya no es tan gravitante. Todos parecen estar mirando qué hace el vecino para copiarlo.
-¿Lo que me contás de la radio se replican en los demás medios?-Sí, si.  Hasta en el teatro se reflejan las pelotudeces de cinco salames que se hacen famosos por cinco minutos. Juntan unos cuantos que salen de los realities, los ponen en un escenario durante el verano y, si van bien, los traen a la Capital. Mientras que dé. Cuando no rinden más, los descartan. Un teatro que generó a (Eduardo) Rovner, a Tito Cossa y a Oscar Viale más un sinfín de grandes actores, se convirtió en esto.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Bobby Flores: otro animal de radio
Con 52 años, y 40 de carrera, el conductor volvió a la Rock&Pop para abrir su discoteca personal

Por Alicia Petti | Para LA NACION
30/7/2012


-¿Falta una renovación en el medio radial?

-Es que faltan pendejos, chicos. Vos calculá que cuando nosotros empezamos, había gente que laburaba en radio desde los 14. Grinbank compra Rock & Pop con 28 años, y los que trabajábamos ahí rondábamos los 22, los 23, y teníamos algo en común: la música. Daniel abrió la puerta a una página grande de la historia musical argentina de la segunda mitad del siglo XX. Fue quien trajo a Mercedes Sosa del exilio en Alemania, fue manager de Charly, de Lerner, de Vivencia, de Spinetta, de Sumo. Hoy es impensable suponer que un pibe de 28 años va a abrir una radio y va a poner a laburar a pibes de esa edad. Capaz pasa en Internet, pero eso no es la radio. El otro día estaba en una ferretería, y el tipo estaba escuchando música paraguaya, de una FM paraguaya. Me quedé con la melodía unos días en la cabeza. Eso tiene la radio. Trotsky decía que el terrorismo era un puño sin brazo. La radio es exactamente eso. Mirá, yo manejo la parte de Internet de los canales y eso todavía no tiene techo; es que la globalización fue económica, no cultural. Internet todavía no es cultural. En ese sentido, la radio es -sin dudas- terrorista, un puño sin brazo.

-¿Seguís la trayectoria de Lalo Mir y Mario Pergolini?

-Lalo está en la 100. Radialmente es la que está más sólida. Y Lalo está ahí, como comandando un barco que va a buen puerto. Mario se ha metido en una que es muy pergolinesca, él es muy de patear la mesa, pero sabe manejar la situación. Es un tipo muy lúcido y hábil, y va a encontrar el rumbo. Siempre supo lo que quiere. Esa es la ventaja que tiene Mario sobre los demás, igual que Tinelli. Siempre supieron lo que querían. Para mí, Mario y Tinelli son como el yin y el yang, son cara y ceca. Marcelo estuvo en Rock & Pop al comienzo, vendía publicidad con su empresa, MT. Eramos todos veinteañeros locos, cada uno con su locura. Quiero decir, salidos del estándar impuesto por los mandatos familiares. Y Mario, igual que Marcelo, siempre supo lo que quería. Nosotros no sabíamos si eran unos iluminados o unos dementes, pero iban detrás de algo, algo que otros descubrimos entrados los treinta, ya con hijos. Estos dos lo entendieron antes.

Anónimo dijo...

Bobby Flores: otro animal de radio

Por Alicia Petti | Para LA NACION
30/7/2012

Es uno de los más notables referentes musicales de su generación: conductor, musicalizador, productor, generador de tendencias, oído único y paladar absoluto. Y ahora, a través de Bit Box -el ciclo que marca su vuelta a Rock& Pop (FM 95.9)-, Bobby Flores también se anima a abrir su discoteca personal con los mejores trabajos discográficos, con hallazgos y ediciones inéditas, y con la mixtura perfecta entre la palabra y la música. Esto, todos los sábados, a partir de las 22.

-¿Cómo es volver a la radio, que te vio nacer, con Bit Box ?

-No me vio nacer, pero me adoptó de niño. Este es un proyecto que teníamos con Daniel Morano, que fue uno de los creadores de El tren fantasma , hace diez años. Así que decidimos volver a la FM, él como productor y yo como conductor y musicalizador, que fue lo que siempre hice. Es como si en el rock se juntaran Bob Dylan y Tom Petty. Con El tren fantasma , Daniel fue el iniciador de toda una generación. Así que el hecho de que Daniel y yo nos juntemos es como un camino lógico. En materia musical ponemos lo que nos gusta a los dos. Por ejemplo, a Daniel no le gusta J.J. Cale, que es el tipo que hizo "Cocaine" y que a mí me gusta. Y a él le gustan los Kinks, y yo los detesto. Es difícil encontrar un punto en el que los dos coincidamos, pero nos divertimos buscándolo. Tenemos ahora una cierta fascinación por el rhythm and blues, que es la música negra americana de estos tiempos. Su parte más visible seguramente sean Jay Z, Rihanna, Beyoncé; es el mainstream . Todo eso es la cabeza de un género muy urbano, de grandes ciudades como Nueva York, Chicago, Londres, Barcelona. Acá también tenemos, aunque no tenemos negros porque Julio Argentino Roca se encargó de abolir el soul. Es una música muy urbana, lo opuesto al folk, lo opuesto a Dylan, a Gieco.

-Pero vos adorás a Dylan?

-Sí, sí, pero ahora estamos haciendo esta otra música en la radio. Básicamente porque no tiene difusión. Hay que conocer para poner eso. Tenés que saber de Otis Redding, Marvin Gaye, Barry White, Stevie Wonder, porque ellos samplean muchas de sus canciones, usan muchas de sus métricas, les roban armonías y melodías y las ponen en sus propias canciones, o cantan arriba de los discos de Otis Redding. Es una música que acá se bailaba en las boîtes. Después se dejó de escuchar por la aparición del rock, pero ahora está volviendo esa cosa de fijarse en los negros, aunque nosotros no los tengamos.

-¿El programa va en vivo?

-Sí, de otra manera no tiene gracia. Daniel va como productor, como tiene que ser. Además, trabajo con la operación técnica de Sergio Alfonso y Eduardo "el Negro" Minué, que es productor, operador de Radio Bangkok y fundador de Rock & Pop, un abogado que en sus ratos libres ejerce de productor de piso. También está con nosotros Martín Iamundo, un pendejo, el otro productor. Así que hay choques muy interesantes.

-Sos un gran referente musical y te consultan todo el tiempo.

-Será porque tengo 52 años y una trayectoria de casi 40. A estas alturas, hasta a mí me sorprende. Tengo una permanente adicción intelectual con la música. Paso dos o tres horas diarias escuchando música. En mi casa, mis hijos saben que si papá está encerrado con los auriculares puestos, está trabajando. Estoy buscando música nueva todo el tiempo.

-¿Qué te provoca volver a la Rock & Pop?

-La Rock & Pop es un manicomio, con enfermos y enfermeros, y gente como yo que está de visita; en mi caso, los fines de semana. Es un quilombo para trabajar. Nadie es culpable, no es un plan o una conspiración, sino que la radio se ha convertido en eso. Igual, a mí me gusta mucho lo que hago, lo disfruto. No me lo tomo como un trabajo. Cuando estoy en mi casa, la miro a mi mujer, abrazo a mis hijos y les digo que me voy a trabajar y me encierro en mi estudio a escuchar dos horas de Bob Dylan. Y ahí es cuando digo: "Soy un tipo muy afortunado".