sábado, 16 de diciembre de 2006

Roberto Di Sandro: “Perón me quería mucho”


Decano de los periodistas acreditados en Casa de Gobierno y fundador del Círculo que los nuclea, desde hace 14 años “el Tano” conduce “Hola Ciudad” por Splendid (AM 990, lunes a viernes de 15 a 16) y todo indica que cumplirá 15 (“...de palabra arreglamos para seguir durante 2007”) el año que viene, cuando simultáneamente llegue a 60 ininterrumpidos trabajando en “la Rosada”. “Si Kirchner no nos habla, buscamos alternativas, pero la información está. No voy a deschavar a mis fuentes, desde luego, pero hay que andar otros caminos. Deambular por los pasillos, hablar con las personas adecuadas y saber leer entre líneas...”



“Todo el mundo sabe que soy peronista de Perón, lo digo delante del presidente, de la gente de derecha, centro e izquierda. Me conocen bien. Sin embargo, en mi programa tienen lugar todos: radicales comunistas, de donde vengan, porque me gusta ser pluralista. Nunca nadie me dijo nada ni me advirtió sobre mis comentarios: escribo y hablo de lo que quiero. Lo mismo corre para los entrevistados y los oyentes. Además pasamos música, hacemos concursos y no decimos ni una sola palabrota”. La voz de Roberto Di Sandro hace eco en la semivacía sala de Prensa de la Casa Rosada. Esa misma que lo conoce tan bien porque lo ve correr detrás de las primicias desde que era un mocito de menos de 20 años, allá por 1947. Pasaron casi seis décadas y 24 presidentes y él sigue firme, informando a la vez que bate récords mundiales de permanencia, pasión y calidad. Además, “el Tano” es un arquetipo que representa a muchos argentinos: tanguero, hincha de Troilo y Gardel, de Boca y peronista. Pueblo puro.
-Que en Casa de Gobierno no tengan tanto en cuenta a los periodistas acreditados al menos le da tiempo para escribir las crónicas que salen con Crónica.
-Y... sí. Ahí en “A mí no me lo contaron” detallo cosas desconocidas que pasaron en este lugar y tuvieron como protagonistas a los presidentes. Además los pinto cómo eran humanamente. Al diario le gustó, a la gente también y tengo ganas de recopilarlos y editarlos en un libro. Pero preferiría que nos dieran un poco más de bolilla acá en Casa de Gobierno.
-No hay caso, ¿no?. ¿Todavía no hubo novedades?¿Néstor Kirchner sigue siendo el primer jefe de estado que no pudo entrevistar en casi sesenta años? -Con el presidente de la Nación no hay nada que hacer. Hace cuatro años que no lo vemos. Aunque no perdemos la esperanza.
-¿Lo preocupa?
-Noooo, me da lo mismo. Pero es inadmisible.
-¿Nunca un contacto?
-Durante su primer año de mandato nos recibió en el Salón Colón para saludarnos por el día del periodista. Jamás un contacto directo o una charla informal, como la tuvimos con todos los presidentes anteriores. Inclusive con los militares tenías un encuentro mensual. Lo malo es que perdemos caudal de trabajo. Para darte un ejemplo, hace poco vino Shakira, estuvo acá a dos pasos y tuvimos que ver por televisión cómo la entrevistaba otro periodista.
-Una pena.
-Sí, porque sería interesante hacerle preguntas al presidente. Es lamentable, porque con el contacto directo se evitan las distorsiones en la información. El país está mejor, sin dudas. Kirchner instrumenta cosas que hacía Perón, pero no lo dice. Yo se las marco. Otros también dicen que son peronistas pero hoy es diferente. Te venden buzones, se cambian de camisetas y pasan de un equipo a otro.
-¿Cómo consigue la información, entonces?
-Si Kirchner no nos habla, buscamos alternativas, pero la información está. No voy a deschavar a mis fuentes, desde luego, pero hay que buscar otros caminos. Deambular por los pasillos, hablar con las personas adecuadas y saber leer entre líneas... Lo malo es que por primera vez no nos dejan estar en el Salón de los Bustos. Ahí, aunque no te hablen, al menos ves quiénes entran y salen del despacho y con qué cara.
-¿Es una estrategia?
-Un estilo. El presidente dice que se comunica directamente con el pueblo. Perfecto. El tema es que a veces el pueblo quiere preguntar. Y que no se olviden que la prensa también es del pueblo.
-¿Y cómo te das cuenta si te están operando?
-Atenti, que lo hicieron todos. Los gobiernos están para defender sus posiciones. Te venden “pescado podrido” o te usan para tirar sus “globos de ensayo”, aunque no me gustan esas expresiones. Son esas informaciones que huelen mal, que tienen el objetivo de desviar la atención. Pero los mirás mientras te leen las cifras del Indec y te das cuenta. En la época de Menem nos decían que estábamos bien y la desocupación crecía. En la guerra de Malvinas también nos dábamos cuenta de que toda la verdad no estaba en esos partes.
-¿Se hizo amigo de algún presidente?
-Perón me quería mucho, uno de los cinco más grandes estadistas mundiales del siglo XX (de hecho, las corbatas que uso eran de él y me las regalaba). Con Lanusse estábamos enfrentados pero me respetaba, como todos. Con Menem me tuteaba, después me enfrenté con él. Era simpático, grato, le tengo afecto, pero se equivocó mucho. Néstor Kirchner me sorprendió. Porque cuando era gobernador teníamos un trato muy fluido. Tiene un estilo raro.


Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica

Buenos Aires, Argentina
Diciembre de 2006

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