domingo, 19 de febrero de 2006

Betty Elizalde: “Chiche Gelblung es un gran mentiroso”



Sin embargo, la locutora reconoce que “es un genio y hace un muy buen programa”. Sin temor a opinar, aún a riesgo de ser polémica, se despacha contra la actual manera en que se llevan adelante los programas de radio y televisión. Medios que conoce a fondo desde adentro.
“Los que llegan a los medios electrónicos lo hacen creyendo que hay que ser idiota porque a la gente le gusta la cosa ligerita, liviana y tonta. Hay excepciones, como Fernando Peña, Nelson Castro o Pepe Eliaschev (aunque sea injusta con alguno)”.

Hace más de treinta años Betty Elizalde creó un estilo con su voz sensual y la pausa para reflexionar, lo impuso y ahora no le rinde cuentas a nadie. Hoy está conforme y feliz con sus espacios en Cooperativa, AM 740 (“Siempre Betty”, lunes a viernes de 15 a 17) y en FM Identidad, 92.1 (“Betty Intima”, lunes a viernes de 20 a 22, donde hace reportajes y asegura que cuenta su vida y hasta confiesa cosas que no le dijo al psicoanalista). Trabajo no le falta: En abril editará un compacto con poemas musicalizados por artistas de primer nivel y prepara otros de cuentos. También planea volver al espectáculo teatral y sacar el segundo tomo de “Perfiles”. “Claro, -reconoce-, me tuve que acostumbrar a trabajar en coproducción y a ser independiente (‘Libre’ es una palabra demasiado grande, creo que no existe porque uno nace condicionado por los padres, la religión y la cultura). Debí conseguir gente que venda publicidad para autoabastecerme”.
-Tu programa va a contramano de lo que hoy es el paradigma: el ritmo vertiginoso.
-Sí. Eso de la velocidad lo impusieron los jóvenes y después lo copiaron todos los demás.
-¿Por qué, si a muchos claramente no los favorece?
-Porque en este país todos se bancan que les digan “puto, corrupto, lesbiana, comunista, facho, imbécil...”, lo que quieras. Pero que no te digan “viejo” porque ayyyyy es terrible. Da pánico porque si sos viejo te borran del negocio, no existís más.
-¿Estas elecciones te dejaron afuera de las radios “top”?
-En parte me lo busqué. Porque no resigno la libertad ni me allano a las producciones. Igual, me importa un carajo que no me mida Ibope. Me gusta charlar una hora con alguien sin preocuparme de la tanda o el informativo. Fijate que hay conductores de televisión abierta que se buscan un lugarcito en el cable para poder decir lo que quieren. Y esos son “top”. Pero también quedé marginada porque la radio se volcó a contratar a la gente de la TV.
-¿Buscan caras y no voces?
-Exacto. Tan buenos resultados no les da, salvo por algunas excepciones de talentosos. Los que vienen de la tele tienen una cámara en el lugar del cerebro.
-Vos estuviste ahí.
-Y me pasó. Nunca fui más liviana, ligera y estúpida que cuando estuve en pantalla. Y pensaba que no me la había creído.
-¿Por qué pasa?
-Porque te estimula el narcisismo a niveles incontrolables. Sos la estrella hasta en tu familia. Y cuando se apaga la cámara nadie se acuerda de vos.
-¿Es más fácil hacer la radio acelerada?
-Seguro, muchísimo. Grita el que no tiene razón. Pero el problema central son los contenidos, no sólo el ritmo. Algunos son rápidos y profundos, como Fernando Peña, Nelson Castro o Pepe Eliaschev (aunque sea injusta con alguno que me olvido). Los que llegan a los medios electrónicos lo hacen creyendo que hay que ser idiota porque a la gente le gusta la cosa ligerita, liviana y tonta.
-¿En qué se manifiesta?
-En el tono de voz, te hablan como a un nene. Y después todo es doble sentido sexual y chistes burdos y baratos. Son infantiles, se ríen hasta de los apellidos de la gente y eso se está generalizando.
-¿Quién tiene un buen equilibrio entre diversión e información?
-Con todos sus defectos, Chiche Gelblung. Tiene un muy buen programa, con una producción maravillosa, que se diferencia del resto en que no usan los diarios.
-¿Qué defectos?
-Tiene su costado oscuro. No se hace el gracioso con las minas, las desprecia. Se lo digo siempre. Me enoja que lo escuchen las minas y les encante, no lo que él diga. Sé que es un provocador, todos manejamos esos recursos, pero en el fondo dice en chiste lo que no puede expresar en serio. Aunque reconozco que es genial. Es muy culto, tiene mucha experiencia y es un gran mentiroso.
-¿Perdón?
-Sí, miente, pero eso es muy valioso en esta profesión. La radio es entretenimiento. Vos hablás de Birmania y él estuvo. Seguro. Es astutísimo. Te cuenta lo que lee y averigua como vivido por él. No hay nada que no haya hecho. Pero no lo podés hacer pisar el palito porque no habla pavadas. Tiene sustento y sabe.
-¿En tu horario te gusta alguien?
-No los escucho porque estoy trabajando. El programa de Teté (Coustarot) debe ser muy prolijo porque ella lo es. Me gusta Continental porque no me rompe los tímpanos. Las otras radios están llenas de humoristas, imitadores y de tipos que se hacen los graciosos al cuete.


Gustavo Masutti Llach
Foto: Fabián Ramella
Revista Ahora - Diario Crónica
Buenos Aires - Argentina
Febrero de 2006




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