martes, 3 de agosto de 2004

Damián Valls, directore de la 2x4: "Las radios comunitarias son políticas"

Se define como una persona que "...sabe más de radio que de tango". Y de tango sabe, Damián Valls, quien desde hace cuatro meses está al frente de la 2x4, FM 92.7, la de la Ciudad de Buenos Aires. Tiene 37 años, es técnico en electrónica y telecomunicación, licenciado en ciencias de la comunicación, profesor de esa carrera en la Universidad de Buenos Aires, y fundador, en los ochentas, de FM La Tribu. "Es poco lo que cambié de la emisora, -asegura- porque aquí hay que hacerse cargo de la historia del formato. Que podríamos remontarlo al inicio de FM Tango".
-¿La privada, de Michel Peyronel?
-Sí, la de 1990, que fue un boom. Para la audiencia hay una continuidad.
-¿Qué es lo "poco que cambiaste"?
-Que no se dan más explicaciones. No corre más el "esto es tango". La pregunta clave es: ¿quién consume tango? Ya no se discute a Piazzolla, pasaron treinta años de esa polémica.
-Tu trabajo es delimitar hasta dónde llega el género. ¿Qué no es tango?
-Yo no fijo el límite. Es difícil. En Europa escuchan a Fito Páez o Charly García, y para ellos es "tango raro".
-¿Suena Fito en la 2 x 4?
-Muy poco. Cada tanto.
-Reorganicemos la charla. ¿A quién apunta la radio?
-A cierta gente que tiene ganas de escuchar tango. Un grupo primario son los tangueros, que la ponen todo el día. Al que estamos empezando a llegar es al que, si tiene diez discos en la cómoda, dos son de tango y no los diez. La 2x4 debe cubrir la cuota de tango que necesitás en tu vida. Para cada uno el cupo es diferente, a algunos les alcanza con la milonga o un concierto.
-¿Se piensa en el turista?
-No. Este es un medio autóctono y habla de lo que pasa en la ciudad (en política, cultura, arte, turf, etcétera), aunque se escuche por internet en el interior y el exterior.
-¿Por qué se escuchan más voces?
-Porque nos faltaba calle. Seres humanos que hablen, sonidos, que se sepa si llueve, que haya ritmos diferentes a la mañana y a la noche.
-¿Y el Top Forty?
-Ya hubo un ranking. Los oyentes piden temas todo el tiempo y esa es una manera de encauzarlos.
-Hay quienes se quejan de que se pisen los temas. ¿Es para que no los graben?
-No, para construir una dinámica. En las radios de música popular se pisan los temas y en los de clásica no. No es grave, ni se hace con todos. Al tango hay que sacarle la sacralidad. Porque, por el amor que le tienen, muchos lo ponen en una vitrina. Si el tango no está en la calle, no será popular.
-¿Es para "humanizar"?
-Exacto. No somos un disco. Igual, hay temas que merecen la vitrina, porque son clásicos.
-¿Es decir que hay temas que no se pisan?
-Gardel no se pisa casi nunca. Del mismo modo que no está en el ranking, aunque se quejen. No puede estar siempre primero, ni perdiendo con nadie.
-¿La 2x4 es "el tango, hoy".
-Sí. Pero Gardel es hoy. Si hacés una radio de música mexicana, y no ponés a Chabela Vargas, sos un animal. No es casual que los pibes que se acercan al tango hagan cosas muy locas o muy clásicas.
-Sos fundador de FM la Tribu y ahora funcionario. ¿Cómo lo compaginás?
-Tiene su historia. Las radios comunitarias o cooperativas, ocuparon un lugar vacío, la defensa de la ciudadanía, durante los 90. Los medios estatales, como todo lo público, estuvieron en retirada durante esa época. Esos espacios se rejerarquizaron, y es lógico que se busque a los que manejaron aquellos medios comunitarios, para probarlos.
-Es decir que, probados los políticos y los empresarios, ustedes son los únicos que no tuvieron su oportunidad para hacer funcionar los medios públicos.
-Ojo, que las motivaciones de las radios comunitarias también son políticas. Orientadas a la comunicación.
-Me refiero a la política partidaria
-Ah, entonces, sí. Porque no pertenezco a ningún partido. También se le podría dar la oportunidad a las universidades o a los intelectuales.
-Que suelen fracasar a la hora de sustentar económicamente un proyecto.
-Sí, es un problema.
-¿La radio se autofinancia?
-Se vende publicidad, sí. Pero, como no hay una ley de medios públicos, sólo tienen su espacio las empresas que vienen a la radio. Al no estar reglamentadas las comisiones, no podemos trabajar con agencias. Imaginate que con la normativa actual, una comisión por publicidad es una coima. La radio no maneja plata, los sueldos los paga la ciudad, y los ingresos de publicidad los recauda Hacienda. Hay un proyecto para que eso cambie. Opino que debería ser autofinanciada, como la Televisión Nacional de Chile, aunque no es el único modelo. La BBC o la Deutsche Welle se financian con impuestos específicos. Acá dependen del Poder Ejecutivo y en otros lugares, del legislativo.
-¿El estado debe competir?
-Sin dudas, sí. Aunque la FM Tango privada no fue negocio.
-Es un buen momento del tango, ¿no?
-Sí, las milongas explotaron, y hay buena producción discográfica. Acá llegan cuatro discos nuevos por semana, y les damos el mismo espacio que a los clásicos. Hay un micro, a las tres y cuarto de la tarde, que es exclusivo de músicos nuevos.
-¿No corre con desventaja ante la música en inglés?
-Tengo dudas con el discurso nacionalista. En un encuentro de radios, en la Habana, un neoyorquino se lamentaba de la invasión cultural estadounidense. Le contesté que el problema era de ellos, que sólo podían escuchar su música. Acá conocemos la nuestra y la de ellos. No sé qué está mal. No me gustan las restricciones y no dan resultado en el el arte.
-Pero hay empresas discográficas y márketing globalizado.
-Pocas veces acá vendió más la música en inglés que en castellano.
-Luis Miguel, Shakira y Chayanne, entre otros.
-Ese es otro problema. Soledad vendío kilos de discos y "Patoruzito" le rompe el culo a "Yo, robot", que es Hollywood. Pensalo al revés: no podés prohibirle a un japonés que escuche a Piazzolla. Si la música no sirve para conocer otras culturas, estamos listos.


Gustavo Masutti Llach
Revista Ahora - Diario Crónica - Buenos Aires
Agosto de 2004

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